La calle Mesones de Granada es uno de los clásicos en las historias fantasmagóricas de la ciudad. El antiguo edificio de Diputación fue una mezquita musulmana, más tarde la iglesia de la Magdalena, luego un almacén de una gran multinacional y, en 1985, edificio oficial de la administración. Precisamente en este último paso fue cuando se descubrieron numerosos restos óseos, al parecer infantiles, bajo los cimientos del edificio.
Desde finales de los 80 y principios de los 90, la construcción ganó prestigio entre los investigadores paranormales y se realizaron infinidad de reportajes en su interior. Desde fenómenos poltergeist hasta psicofonías. Existe, incluso, un retrato robot de la que se conoce como el alma errante de la diputación.